El parquet es un pavimento formado por piezas de madera maciza, encoladas al suelo mediante cola o adhesivos especiales para este fin.

Una vez instalado se procede a su terminación en obra aplicando diferentes tipos de barniz, aceites, incluso aplicando tintes o realizando un cepillado o brossé para resaltar la veta de la madera. Cada vez se instala menos parquet por sus los largos plazos de ejecución y la incomodidad y dificultad a la hora de ejecutar este tipo de instalación. Estas dificultades están dando paso a materiales de nueva generación como los suelos laminados o suelos vinílicos (ninguno de estos materiales tienen la calidad de un buen parquet). El parquet más instalado es el roble, ya sea en taraceado o en tablilla de diferentes medidas.

La instalación de un suelo de parquet siempre la tiene que hacer un profesional especializado en este tipo de suelos, No puede hacerlo alguien que no tiene experiencia en instalar, acuchillar y barnizar parquet, el resultado puede ser desastroso. Confía siempre en un profesional o artesano del parquet acreditado.

Es muy importante hacer un buen mantenimiento de un parquet ya instalado. Al ser la madera un material vivo, puede cambiar de dimensiones o incluso abrirse fisuras si no tiene la humedad necesaria (entre un 40% y 60% de máxima en una estancia). La limpieza tiene que hacerse con un aspirador o mopa de forma habitual, podemos fregar con una fregona muy escurrida o limpiar el parquet con un paño humedecido en agua y/o algún producto neutro específico para parquet. Este tipo de limpieza no puede hacer muy habitualmente (Consulte a su profesional del parquet)