Limpieza de Moquetas:
La mayor parte de la suciedad o manchas en las moquetas o alfombras puede ser eliminada fácilmente con ayuda de un simple aspirador. Una buena limpieza de la moqueta se consigue aspirándola diariamente en las zonas de mayor uso, una vez por semana en toda su área y limpiándola una o dos veces por año utilizando métodos de aspiración con inyección de agua. En este último caso, se recomienda recurrir a empresa especializada en limpieza de moquetas.
Eliminación de manchas:
El tratamiento de las zonas afectadas deberá ser efectuado inmediatamente después de su descubrimiento. Cuanto más tiempo pase antes de ser tratada, más difícil será de eliminar una mancha;
Primero, retire los sólidos con una espátula u otro utensilio semejante, retirando la mayor cantidad posible;
Limpie siempre la mancha de fuera hacia dentro, para evitar que esta se expanda. Use un paño blanco o toallas de papel, (Cualquier paño o papel que no destiña) frotando con mucho cuidado al limpiar la suciedad, ya que la moqueta puede desteñirse, Si utiliza un detergente, use uno incoloro y neutro (sin lejía o producto abrasivo). Después de su utilización, limpie cuidadosamente con agua, e intente absorber el líquido y secar lo más rápido posible.
Cuidados generales:
Aspirar diariamente, siempre a favor del pelo (peinar la fibra con el aspirador)
No golpear nunca la alfombra o moqueta.
Es fundamental prestar atención al tipo de fibra y seguir siempre las instrucciones de lavado especificadas en la etiqueta (Seguir las recomendaciones de cada fabricante) Evitar exponer la alfombra a la luz o al calor intenso, previniendo de esta forma la aparicion de manchas o decoloración. Cambiar de posición la alfombra cada 3/4 meses y si fuese posible no mantenerla siempre en la misma estancia, principalmente en áreas con mucho tráfico de personas. Cuando limpie o friegue el pavimento donde se encuentra la alfombra, debe tener el cuidado de dejarlo secar debidamente para evitar la aparición de moho. Cuando necesite guardarla, deberá enrollarla y añadir un producto antipolilla (naftalina);
Las empresas especializadas aconsejan realizar una limpieza anual.
Las alfombras de lana manuales, deberán ser lavadas en seco, siguiendo las instrucciones de la etiqueta. Para su mantenimiento, podrá limpiar las alfombras con agua tibia sin empaparlas, utilizando un detergente neutro. En el momento del secado, la alfombra no deberá ser pisada.
Lana o propileno:
Este tipo de alfombra no puede ser lavada en seco. Deberá ser lavada con una máquina de inyección y aspiración o lavado superficial, a mano, con jabón o detergente neutro (Siga los consejos del fabricante)
Algodón:
El lavado podrá realizarse con agua hasta una temperatura máxima de 60º, o en seco. El secado puede ser hecho en máquina, pero con una temperatura baja.
Seda:
Este es un material resistente pero muy delicado. Deberá ser lavado en seco, teniendo precaución con las máquinas utilizadas y la temperatura. El secado no puede ser hecho a máquina.
Alfombras de Sisal y Fibras Naturales:
Este tipo de artículo tiene características similares al algodón. Normalmente se recomienda la limpieza profesional, a través de una espuma seca y limpieza en seco. Si utiliza un método húmedo deberán ser usados accesorios para acelerar el secado.
Mantenimiento normal:
La aspiración regular es el mejor tratamiento que se puede efectuar para mantener la apariencia limpia y fresca de las fibras naturales. La suciedad suelta y visible debe ser aspirada con un aspirador normal con cepillo rotativo, pasando varias veces por el área afectada para que la suciedad no se fije en la fibra.
Siga siempre la recomendaciones del fabricante.